Parece de ciencia ficción, pero la mayor parte del tiempo vivimos en un palacio imaginario donde construimos toda nuestra realidad. De adentro hacia afuera. Es, en última instancia, en nuestra casa mental donde definimos nuestras relaciones con el mundo tangible. En el
diálogo interno es que asimilamos la experiencia y donde moldeamos nuestra conducta, de alguna manera. Sin querer caer en un excesivo
autodeterminismo, la reflexión apunta a que somos dueños de nuestro devenir. Y a veces esta premisa causa terror...
Capitalicemos nuestra capacidad y cumplamos nuestros sueños.
El Duque Negro
PD: La imagen es de
Storm Thorgerson. Me hace acordar a esa asombrosa teoría que dice que bajo la tierra hay un mundo paralelo, al que se accede por los polos. En este mundo
subterráneo habría un cielo azul como el que vemos todas las mañanas, y bajo él civilizaciones similares a las de la superficie del globo. Tal vez debamos dejar de buscar en los polos, e ir a un
psicoanalista...
jeje.