Hay noches, en que la Luna se pone melosa... y hace que nos pongamos un poco dulces... destapemos un vino o un wiskhy... pongamos unos buenos discos... y reflexionemos sobre lo hermoso que es vivir a la manera de uno.
Esta es una de esas noches, sin dudas....
Reflexiono sobre si es más fructífero escuchar a mis genios favoritos o sentarme con mi vieja criolla a hacer una miserable melodía....
Obviamente sigo escuchando a mis ídolos.... mi ego es grande... pero no es tan gigante como mi amor por la música que amo.
Tal vez debería cambiar mi filosofía de miércoles por la noche.... capaz que me va mejor en el futuro.
El Duque.
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