Tuve un sueño hermoso. Un sueño relacionando con la música: arte privilegiada en mi relación con las cosas.
En el sueño me mudaba a una casa enorme, que casualmente había sido un boliche de características conchetas. Hasta ahí, nada emocionante.
El estado onírico se puso interesante cuando en medio de lo que había sabido ser una pista (ahora devenida en "living extra large") apareció un impresionante equipo de audio que los anteriores gerenciadores del lugar "habían olvidado": recuerdo una compactera ultimo modelo en una mesa, varios amplificadores con coloridos vúmetros (se dice asi?) y una hermosa... pero HERMOSA bandeja gira discos... Los bafles estaban distribuidos por el espacio. Sonaba un CD cualquiera.. cuando se me ocurrió: "Tengo que probar un vinilo"...
De la nada (en los sueños todo surge sin aparente causa) apareció en mis manos un Long Play (solo escribir esta palabra me transporta en el tiempo) de Deep Purple...
Cuando suspendí la púa en los surcos de aquel disco "imaginario" sonó música maravillosa, a un volumen descomunal, con una calidad que hizo que en ese sueño... quien escribe se ponga a llorar...de la emoción.
Es increíble lo coherentes con nosotros mismos que solemos ser mientras soñamos... Dejar caer una lágrima ante la sopresiva aparición de la adecuada música es algo que me pasó incontables veces... El sueño fue hermoso... No tengo tamaño equipamiento como ese "nuevo hogar"... pero si tengo un infinito amor y una voraz pasión por la música...
La música... tema recurrente en este blog, pero cuya recurrencia está en absoluta complicidad con quien escribe...
El Duque Negro
N. del Soñador: Como todos sabemos, los sueños suelen reciclar experiencias vividas durante el día (o la noche) cuando estamos despiertos. El hecho de la mudanza está relacionado con que efectivamente, mi madre y su pareja, andan pensando en mudarse. Por otro lado, quien escribe, durante estas semanas se planteó seriamente la idea de desplegar sus alas y vivir, por fin, en un cómodo bulo de soltero. El boliche aparece por cortesía de Cuentos Borgeanos: hace meses que tengo el placer de pertenecer al staff de esta banda recorriendo bares y boliches de Buenos Aires en esta ardua tarea de pertenecer al mundillo del rock. La compactera, la bandeja... el viernes en The Roxy estuve un rato bastante largo mirando el equipo con el que un DJ iba a pasar Rock (¿?) luego de que Cuentos detone durante 40 minutos el lugar. La calidad, la sofisticacion del equipo seguramente se hizo presente porque ayer nomás un amigo, Ivan Nash, me contó que adquirió un ampli de ultima generación que quedamos en degustar pronto, cerveza de por medio. Los vinilos aparecen por filiación propia. Amo esos objetos para algunos obsoletos pero para mi llenos de aura. Deep Purple aparece simplemente porque ayer escuche Stormbringer de punta a punta después de mucho tiempo, y me detuve a pensar que es un discazo... y que me gusta más como suena la voz de Coverdale que la voz de Ian Gillan....
Aclarado el delirio... un abrazo
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